El Gran Paraiso, una parrilla que seduce

Siempre nos gusta encontrarnos con estos lugares que salen de los zonas comunes y te sorprenden ya sea por la calidad de la propuesta o por la forma de presentarla con una identidad propia. En Caminito, La Boca, visitamos la parrilla Gran Paraíso y nos sorprendió muy gratamente percibir que no cae en ninguno de los facilismos que son tan frecuentes en la zona.

El emplazamiento del lugar ya cuenta una historia por sí mismo. Está en una zona del barrio que históricamente era el emplazamiento de inmigrantes genoveses.

Es prácticamente un lugar para conocedores, si pasas frente a ella, puede ser que no te percates de la magia que hay adentro, pese a que justo en la entrada está la parrilla con los distintos cortes de carne y todo su ahumada seducción. Un poco más adelante hay mesas en un sector que es para los que prefieran comer en interiores. Luego viene el patio al aire libre que tienen en medio de 2 construcciones, en primavera es un golazo disfrutar de una comida al atardecer aquí, mimados por una cocina de la que hablaremos luego. Casi al final hay una casa genovesa característica de la zona, que en la planta alta cuenta con varias habitaciones con una estilo vintage y una vista privilegiada de toda La Boca, no dejen de preguntar por ese recorrido. No obstante a todo esto el mayor encanto está en el fondo en una pequeña terraza justo en límite. Desde aquí se tiene una de las mejores vistas panorámicas de todo Caminito y lo mejor que pueden pedir que les hagan una mesa en este espacio y disfrutar de una experiencia completa.

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Todo lo anterior es excelente pero llega a alturas superiores cuando es acompañado por un menú de primera. Nos dejamos guiar por los mozos para hacer una especie de degustación de su cocina.

Le ponen un especial cuidado a la forma de hacer la carne, no por gusto ya tienen habitués que cada vez que visitan la zona los eligen una y otra vez, la calidad marca la diferencia con el resto. Utilizan leña y carbón en la parrilla, esto le confiere a la carne un sabor bastante único. También destacan sus provoletas que las combinan con diferentes ingredientes para darles un toque de picardía. Probamos una que llevaba chorizo y verduras que se derretía en la boca de lo cremosa que era por dentro, al mismo tiempo que por fuera estaba tostada y crujiente. Todo esto lo combinan con vegetales grillados y berenjenas en escabeche que traen una combinación en los sabores que se agradece.

En estos momentos están ampliando su oferta y hacen tanto actividades para grupos como catas y degustaciones. Además nos contaron que los eventos que hacen en las noches de verano son mágicos por el ambiente único que tienen.

En lugares como este da gusto vivir una experiencia, ya sea comer, un tapeo más ligero o simplemente tomar una copa de vino con el paisaje de Caminito como fondo. Te sientes parte de la historia de un barrio tan particular como La Boca, disfrutas de los espacios casi museables de un auténtico conventillo y la calidad cocina es para venir una y otra vez. Uno de nuestros elegidos de Buenos Aires.

Por Daniel Díaz Canel



EL GRAN PARAISO

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